viernes, 15 de julio de 2011

Sensacionalismo (JESÚS I. )

 El periodismo escandaloso, amarillo, es un perverso hijastro de lacultura de la libertad. No se lo puede suprimir sin infligir a ésta una herida acaso mortal. 


Como el remedio sería peor  que la enfermedad, hay que soportarlo, como soportan ciertos tumores sus víctimas, porque saben que si trataran de extirparlos podrían perder la vida. No hemos llegado a esta situación por las maquinaciones tenebrosas de unos propietarios de periódicos ávidos de ganar dinero, que explotan las bajas pasiones de la gente con total irresponsabilidad.
Esto es la consecuencia, no la causa.

La raíz del fenómeno está en la banalización lúdica de la cultura imperante, en la que el valor supremo es ahora divertirse, entretenerse, por encima de toda otra forma de  conocimiento o que hacer. La gente abre un periódico- va al cine, enciende la televisión o compra un libro- para pasarlo bien, en el sentido más ligero de la palabra, no para martirizarse el cerebro con preocupaciones,
problemas, dudas. 
Seguir el culebrón de Güiza, su mamá y Nuria Bermúdez; averiguar con la prueba del carbono 14 la edad de Sara Montiel y ver si conoció a Napoleón; ver si nuestra princesa del barrio, Belén Esteban, se va a separar y saber quién va a ir de “ Ambiciones “a la comunión de Andreita y si van a comer pollo. La  gente ve esto sólo para  distraerse, olvidarse de las cosas serias,
profundas,inquietantes y difíciles, y abandonarse, en un devaneo ligero,amable, superficial, alegre y sanamente estúpido. ¿ Y hay
algo más divertido que espiar la intimidad del prójimo en una casa, ver saltar a Juan el Golosina del avión en “ Supervivientes”, sorprender a Yola Berrocal en una biblioteca, averiguar los descarríos financieros de la Pantoja y Cachuli, comprobar el chapoteo en el lodo de quienes pasaban por respetables y modélicos, como ver sin peinar ni maquillar a la Preysler , que sigue momificada, o ver a  los frikies de “ El diario de Patricia” , que venden hasta a su madre por un minuto de tele?

La prensa sensacionalista no corrompe a nadie; nace corrompida, vástago de una cultura que, en vez  de rechazar las groseras intromisiones en la vida privada de las gentes, las reclama, porque ese pasatiempo, olfatear la mugre ajena, hace más llevadera la jornada del puntual empleado, del aburrido profesional y la cansada ama de casa. No es simplemente maledicencia reporteril , sino frivolidad, la reina y señora de la civilización posmoderna . 


¡Arriba la Esteban y “D.E.C” y la vena de la Patiño.!

1 comentario:

  1. No soy ningún intelectual, ni filósofo, ni elitista.
    Nada de todo eso.
    Pero me he apartado de la tele basura, de la prensa basura y de toda esa bazofia.
    Tengo que pagar por ver televisión pero es el dinero que gasto con más alegría.


    Besos.

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